sábado, 28 de marzo de 2015

LO DE CINTORA

Iba yo a comprar el pan y la rumana del Viena Capellanes (afectadísima) me lo dijo:
- Sabe usted que han echado a Cintora.
Madrid está que arde y todos los días hay comidas, meriendas y merienda-cena donde los empresarios del IBEX comparten mantel y croquetas con dirigentes del PSOE y del PP para conspirar y que Pablo Iglesias rompa con Tania. Al final lo han conseguido.
Parece una broma pero no. Felipe González se quiere traer a España a unos pocos miles de opositores venezolanos que allí sobran para que se manifiesten contra Íñigo Errejón pero (ah) resulta que ZP no está de acuerdo y de ahí la famosa cena de Toledo, con José Bono mirando. Rubalcaba tiene a Pedro Sánchez metida la mano por el culo como José Luis Moreno con Monchito y el chaval, por ahora, no se queja pero quién sabe. Por eso dice Snchz que nunca pactará con los populistas con coleta. ¿Y si se cortan la coleta?
Bueno, el caso es que Madrid era agitación y murmuraciones porque en vez de Cintora había salido en la tele el chaval de la peca ejecutando trabalenguas y la monja no sabía a qué atenerse.
En la plaza de Isabel II o plaza de Ópera, que es como la conoce todo el mundo, una estatua viviente atribuía la defenestración de Cintora a una llamada del gobierno, como en los tiempos de Franco, y había quien daba crédito y quien no.
Un empresario del IBEX desayunaba en ese momento con Susana Díaz mojando porras en el café con leche.
La mañana prometía.
Resulta que dicen que Cintora enfadó al ministro Margallo por sacarle en los toros. Madrid era un hervidero de imprecaciones contra Soraya Saenz de Santamaría, a quien se le atribuyen siempre todos los males.
Los que iban con el periódico La Razón o el ABC bajo el brazo sonreían secretamente.
Pero el caso es que todo el mundo hablaba de ello y Cintora sin aparecer.
Cintora se ha ido al cielo de los justos con Risto y con Hilario Pino. Así es la televisión. Una montaña rusa en la que eres el rey del mambo un día y al otro estás como Jaime Bores o como un chaval que presentaba el club Disney y ahora regenta una panadería en La Latina (riquísima bollería) o como yo mismo, escribiendo tonterías en este blog.
Pero bueno, que de verdad lo de Madrid es muy fuerte. Vivimos tiempos como para que los hubiera gozado san Francisco Umbral desde la lejanía de su dacha. Las lentejas de Mona Jiménez hoy son los roscones de Reyes de Carmen Lomana, a la cual (según cuenta Pilar Eyre) el otro día le retiró formalmente la palabra doña Carmen Martínez Bordiú, nieta del Generalísimo, que espetó a la viuda alegre: Yo con los del Podemos no hablo. Desde que dejó al Chatarrero la nietísima está intratable.
Y de Cintora ¿qué?
Pues nada. Todo el mundo daba detalles pero como en voz baja porque Paolo Vasile tiene el oído muy fino. La explicación oficial salía en forma de comunicado en el cual Mediaset aseguraba que si Cintora quería ser tertuliano, tertuliano y si presentador, presentador, pero que las dos cosas no.
Pues muy bien.
Y, sin embargo, la sospecha de que el gobierno y las calvas más prominentes del IBEX conspiran en la sombra se extiende y luego nos quejaremos de que los chavales se descalcen en la Puerta del Sol y griten Lo llaman democracia y no lo es.
Madrid se agitaba, sonaban los teléfonos, se convocaban nuevas comidas, los ujieres liaban porros cargadísimos de marihuana a las puertas del Senado, Rosa Díez se apretaba la liga, en fin, un lío.
Esperanza Aguirre ese mismo día (o uno anterior, que no me acuerdo) había hablado en la radio y se le fue el santo al cielo en varias ocasiones, como si estuviera a punto de tomar el coche y salir a la fuga.
En Madrid nadie sabe quién va a ganar: si el seminarista que ha puesto Podemos para la Comunidad, si Ángel Gabilondo, si Manuela Carmena, si Carmona. Lo de Carmona, sinceramente, sería muy fuerte porque Carmona es como los hermanos Calatrava del PSOE. Los dos hermanos.
Y Cintora sin decir ni mú.
Con lo cual se da lugar a la especulación y a que en las redes se llame al boicot a Mediaset, cosa que a Paolo Vasile le importa un pimiento porque Belén Esteban ha ganado Gran Hermano VIP y eso es lo que preocupa a las masas.
Con decir que las masas casi toman al asalto Mediaset porque el otro día, con lo del accidente de avión, empezó tarde Mujeres y hombres y viceversa. Las mujeres y hombres y viceveresa son de armas tomar y ellos y ellas no ven nunca a Cintora. Aunque alguno hay que va a votar a Podemos si ese día le da tiempo a depilarse las cejas y a ejercer el derecho a voto.
Que si Cintora esto y que si Cintora lo otro y pasaba la mañana y los mismísimos tertulianos de Cintora no acababan de comprender nada.
- Que no, que le han dicho que le van a hacer un contrato de dos años pero si promete ser bueno.
Aseguraba uno de los camareros de La Bola echándose un cigarrito en la puerta, al sol de marzo, tan feliz.
En Madrid se sabe todo y la información se halla en los sitios más insospechados.
La cuestión es que Cintora ha sido fusilado al amanecer y a ver qué pasa. Pues nada. ¿Se desplomará la audiencia del programa? Vaya usted a saber.
La audiencia es rara y parece que ama a un presentador o presentadora y luego le manda a tomar por culo sin reparo como hizo con María Teresa Campos cuando era la reina de las mañanas, que se fue a Antena 3 y la gente se quedó quieta en Telencinco y ella tuvo que desandar el camino y hacerse novia de Bigote.
O sea que ojito.
La audiencia es como los espectadores que acudían a ver a Gracita Morales al teatro. Gracita Morales todos los días se asomaba al patio de butacas y cuando lo veía llenarse decía:
- Ya están aquí otra vez esos hijos de puta.
Pues eso. Que mucho te quieren, Cintora, pero no te fíes. Pero vamos a ver. Que esto no ha acabado. O sí. Fue una mañana convulsa en Madrid y los que ponen a cagar a sus perros en el césped de enfrente de la iglesia de la Encarnación no hablaban de otra cosa pero el lunes ya estaremos en otra historia y habrá otra comida, cena o merienda-cena en un reservado de la capital donde un empresario de IBEX invite a croquetas.
Todo es efímero.

martes, 17 de marzo de 2015

SUSANA

De ella dicen (bajando la voz) en ciertos ámbitos de la militancia socialista andaluza que “es más mala que la quina”. Maniobrera y curtida en todo tipo de componendas desde sus tiempos de dirigente de las juventudes del PSOE en el sur, Susana Díaz sabe cómo manejar el partido con mano de hierro y aplica la consigna de Alfonso Guerra (“quien se mueve no sale en la foto”) exhibiendo una sonrisa que da miedo a los niños.
Pero esto no se lo contarán a usted los periodistas de la prensa convencional porque para eso la Junta se gasta sus buenos dineros en campañas institucionales y otras mamandurrias (que diría Esperanza Aguirre).
Cuando a Susana Díaz se le cruzó por delante un díscolo Eduardo Madina en la pugna por el liderazgo del socialismo en España le laminó mediante el sencillo método de ordenar a todas las agrupaciones que controla (o sea, todas) que votaran en masa a Pedro Sánchez, que pasaba por allí.
Pero resulta que Snchz le ha salido protestón y quiere optar a la presidencia del gobierno y, entre unas cosas y otras, Susana ha tenido que lanzarse a una carrera contra reloj que incluye elecciones anticipadas en su autonomía y luego que sea lo que Dios quiera.
Y ya no parece evidente que el PSOE vaya obtener tan buen resultado como para que pueda Susana dar el salto a Madrid.  Aunque veremos. Andalucía es mucha Andalucía y si no, que se lo digan a Javier Arenas, que ha comido barro elección tras elección resignándose a ver los toros desde la barrera de la oposición.
Susana Díaz es el máximo exponente de ese estilo de política marrullera en el que nada es verdad y todo es pura trampa.
Veamos un ejemplo.
Caso Iñigo Errejón. Una beca en la universidad de Málaga que, de la noche a la mañana, se convierte en noticia. Curiosamente justo después de que Susana Díaz venga a Madrid a darse un paseíto visitando los principales medios amigos.
En un primer momento, la rectora de la universidad de Málaga asegura que no ve ninguna irregularidad. Apenas unos días, tras calentarse el asunto con persistentes declaraciones de la presidenta andaluza (“ya le tenía yo ganas a éste” dicen que dijo a los periodistas refiriéndose a Errejón),  la rectora de Málaga abre una investigación. Casualidades de la vida.
Ah, pero he aquí sólo meras conjeturas, protestará alguno. ¿De verdad que puede pensar alguien que la propia Susana Díaz llamó por teléfono a la pobre rectora malagueña para llamarle a capítulo o que fue contando en persona a los jefes de redacción que al niñato ese de Podemos había que darle una lección? Pues sí. Todos los que la conocen de cerca.
En una comida con periodistas relataba el moribundo líder de PSC, Miquel Iceta, lo pesada que era Díaz y cómo le insistió hasta dejarle exhausto para que el socialismo catalán se colocase en el frente antimadinista que, en las sombras, forjó Susana al verse despechada por el bueno de Eduardo.
Eso sí, a ella la quiere todo el mundo en su barrio. Es el argumento que repite Susana Díaz, a la cual (según venden de modo patético sus propagandistas) las gentes humildes envían al Palacio de San Telmo osos de peluche para el bebé que verá la luz dentro de unos meses.
Aún si así fuera, no parece como para alardear: huele a peronismo barato. Como atufa a Evita y Perón (y lo que vino después) el reparto de millones de euros en generosos ERE’s, cursos de formación y demás.
Ah pero.
Afirmar algo así se considera un ataque a la dignidad de Andalucía.
Esa es otra.
Susana, como Jordi Pujol, piensa que criticar a su gobierno equivale a criticar a toda una nación (la andaluza, en este caso, si la hubiere).
Podemos ha osado cuestionar cómo se gestiona el PER y Susana ha salido a enseñar todos sus dientes diciendo que el PER devolvió la dignidad a Andalucía y que ni tocarlo. 
Hombre, de todo se podrá hablar.
Pero no.
Ojito con la dignidad.
Si alguien menciona que Andalucía sufre un problema crónico de paro y modelo productivo y habrá que resolverlo, Susana se envuelve en la bandera verde y blanca y saca de la chistera el argumento de la afrenta venida de fuera o el truco del enemigo exterior.
“Vienen aquí a insultarnos” repite siempre que puede Susana.
Andalucía es socialista porque la derecha andaluza representa lo peor del derechismo patrio y el señoritismo sevillanojerezano y el latifundio esclavista sigue incrustado en el imaginario colectivo.
“Recuerda, Clarice, que sólo una generación te separa del hambre” sentenciaba Hannibal Lecter a la agente del FBI por quien el pobre psychokiller bebía los vientos. Los andaluces tienen ese recuerdo fresco y también el de los caballistas que rejoneaban rojos en la guerra civil tal y como relata Manuel Chaves Nogales. Así que votar al PP se les hace un poco cuesta arriba.
Mas hay que aggiornarse, hombres y mujeres de Andalucía. Y Teresa Rodríguez sonríe con mucha mayor autenticidad que Susana, perdonen la impertinencia.
Podemos viene a ponerlo todo patas arriba y a ver si les dejan.
A Teresa Rodríguez se le nota mucho que se ha bañado bastante en los Caños de la Meca y cualquier persona de menos de ochenta años tiene que simpatizar con ella.
Su discurso puede que sea menos compacto que el de la trilera Susana pero huele a verdadero. Quiere cambiar las cosas. Y es mujer, menos mal. Porque otra de las triquiñuelas de Susana es disfrazar de machismo cualquier crítica hacia su persona. Yo, según esa mujer, estoy ejerciendo un machismo cruento por retratarla tan descarnadamente.
Me da la impresión de que Susana Díaz ha cometido un error de cálculo. La jugada no le saldrá tan extraordinariamente bien como para erigirse en salvadora del PSOE. Salvará los muebles seguramente. Pero eso, creo, no va a ser suficiente para moverle la silla a un Snchz que se ha hecho un hombrecito mandando a la puta calle a Tomás Gómez. De Ángel Gabilondo hablamos otro día, que a mí no me parece para tanto aunque sea un hombre bueno, de eso no hay duda, y cite a Kant para entusiasmo de los chicos y chicas de la prensa, tan aburridos de bramidos absurdos en los mítines.
Ya veremos, reitero.
Susana es la viejísima política, la partitocracia a dentelladas. Vencerá pero no convencerá a quienes se bañan en las playas de los Caños de la Meca y se fuman un porrito al ponerse el sol. Y a esos también hay que convencerles.
Diré más. Pase lo que pase no ganará.
La sonrisa de Teresa Rodríguez saldrá triunfante. 
Y luego encenderemos una hoguerita en la playa, qué caramba. El porrito también, gracias.

viernes, 6 de marzo de 2015

LA POESÍA ESTÁ DE MODA, IMBÉCILES

Todavía hay gente de Logroño que viene a Madrid a triunfar en la poesía.
En concreto a una catacumba de Lavapiés donde el otro viernes rejuvenecí veinte años.
Fue mi padre la causa de que descubriese yo Poesía o Barbaríe, lances poéticos en el underground que si usted tiene sangre en las venas no puede perderse.
Estuvieron Sam Sánchez, Adriana Bañares. Nacho Aldeguer, Rodolfo Serrano y el grandísimo Leo Bassi.
Presentaba Mentenguerra, que hizo un rap anticapitalista que dio ganas de romper los cristales de una entidad bancaria. O sea, muy bien.
Resultó reconfortante contemplar a una juventud que no sólo lee novelas de Sandra Barneda sino que cita a Bukowski por lo menos.
El momento cumbre fueron dos: cuando Leo Bassi habló de sus bisabuelos payasos con Maria Callas cantando y la chica de Logroño que leía sus poesías y las rompía sobre el escenario.
Y, obviamente, lo de mi padre: emocionante al emocionar a un público de veinteañeros o así que bebía cervezas Alhambra ciertamente de alta graduación.
Hay una España de mierda que se mete en vena Sálvame y vota a don León de la Riva y otra España que un viernes a las nueve de la noche se va a Lavapiés a escuchar poesía.
Sí se puede, camaradas, y hay focos de resistencia donde no ganan siempre los malos.
Hallé chicas y chicos guapos y sólo faltaba el humo del tabaco que nublaba los ritos de mi ya lejana juventud, ay.
Pero el caso es que escribo eso para que todo el mundo sepa que hay que ir a ver Poesía o Barbarie.
Los versos están de moda aunque lo desconozca la mayoría ágrafa que estudia en la Universidad Rey Juan Carlos. Con perdón.
En contra de toda corrección política y de eldiario.es existe vida más allá de los convencionalismos y el mencionado undrerground nutre a una élite inversa que ojalá ponga patas arriba el sistema.
Adriana Bañares vino de Logroño a triunfar a Madrid y lo consiguió un viernes por la noche en Lavapiés.
Sucedió bajo las piedras del periódico Diagonal, órgano de expresión de una extrema izquierda siempre disconforme que se alimenta de mojitos y pepinos cultivados en huertas urbanas.
Algo de la ingenuidad de mi juventud sandinista regresó de pronto.
Busquen, hagan el favor, Poesía y Barbarie en Google, acudan a sus convocatorias, alucinen, disfruten, beban cerveza Alhambra como yo y participen de una revolución que seguramente no salga en Babelia pero está sucediendo.