Disparato en el encabezamiento aunque no tanto. Alemania vuelve por donde solía, Über Alles, abandonados obsoletos complejos y convencida de su superioridad frente a una Europa cuyo sur es entendido como lastre o soleado patio trasero donde celebrar despedidas de soltero y fiestas de jubilación. Angela Merkel pertenece a una generación a la que el nazismo ya no averguenza, quedó muy atrás, es cosa de nuestros abuelos, y en el caso de la canciller seguramente esa indiferencia se acentúa por haber nacido en una RDA que siempre se soñó limpia del pecado original del Holocausto gracias a su ubicación del lado soviético. Así pues, nada impide a la Merkel mostrase al mundo como emperatriz no de Lavapiés (más quisiéramos) sino de una Europa a la que le tiemblan las piernas. A su lado, Nicolas Sarkozy se coloca de puntillas y finge ademanes napoleónicos. Pero no. Manda el Bundestag y el problema es que, para eso, no hace falta que vayamos a votar el próximo 20 de noviembre. La democracia disminuida de los mercados tiene su máxima expresión en esas cumbres europeas donde Merkel ordena y la tropa obedece. Simplifico pero no creo alejarme de una realidad que Claudi Pérez en El País dibuja parafraseando paródicamente a Lineker: "El euro es una especie de juego de 17 contra 17 en el que siempre gana Alemania".
Confieso que me extravío en las complejidades económicas de lo que se ha decidido en Bruselas pero, leyendo a quienes de esto saben (el citado Claudi Pérez, Xavier Vidal-Folch, Ernesto Ekaizer), logro entender que, frente a propuestas flexibles, se imponen políticas de ingenieria financiera y recortes que pueden condenar a los países desfavorecidos de Europa a una recesión de años y que tienen casi como exclusiva beneficiaria a la próspera Alemania.
Y, para colmo, hemos de soportar periódicamente despectivos comentarios de la Merkel y sus ministros, acusando a los países mediterráneos de perezosos y atrasados. Como cuando, por ejemplo, la canciller alemana señaló (erróneamente) que los españoles teníamos más jornadas festivas que berlineses o bávaros.
En tiempos de Helmut Kohl el nacionalismo estaba mal visto en Alemania. Ahora parece que no. Los intereses de Alemania por encima de todo. ¡Griegos quebrados, vended vuestras islas! clamó en portada una muy difundida revista germana cuando comenzó el caos heleno. No hay piedad alguna para los trabajadores griegos que nutren a diario las cifras del paro y pierden derechos sociales. Las exigencias a la banca no se dirigen hacia un control real de sus excesos o a esa difusa idea de que los bancos repartan un "dividendo social" al sector público en pago a las ayudas estatales (lean a Vidal-Folch acerca de esto). Alemania por encima de todo. La Alemania que prosperó vendiendo automóviles a países como España y se benefició también de la burbuja del ladrillo.
No soy, evidentemente, un experto en economía. Simplemente soy un ciudadano atento que, cada vez que mira a Bruselas, contempla la foto de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy en pose imperial y en torno a ambos los parientes pobres que asienten a todo. Come y calla. (Luego están los británicos que, como casi siempre, están a los suyo, al otro lado del Canal, con sus bombines y su indolencia).
Hacia un IV Reich titulo en arriesgada hipérbole. Alemania nos mira por encima del hombro. Eso sí, admite la canciller, a los españoles la sangría nos sigue saliendo riquísima.
Sí, Margaret Hilda Thatcher, no estuviera siendo ferozmente devorada por el Alzheimer seguro que desde su casa pensaría en ese refrán que dice: "Otros vendrán que bueno me harán". Europa va lista, embutida en ese sandwich infernal formado por el un nuevo Napoleón, pero con alzas y la teutona de la voz canina.
ResponderEliminarBueno, diría que estamos mezclando conceptos.
ResponderEliminarLa realidad, debemos ser fieles a la realidad. Alemania es probablemente el único país de Occidente con AHORROS, con DINERO en definitiva.
Muchos países llevan gastando un dineral en idioteces desde hace décadas y alimentando, como todos sabemos enormes burbujas porque simplemente no tienen tejido productivo en el que emplear a la población ( sobra hablar del exitoso tejido productivo germano). Ahora todo esto explota y los alemanes con sus ahorros ( que su trabajo les han costado, no les caen precisamente del cielo) tiene que pagar la facturas de un montón de países. Imposible.
Reacción, y ahí si estoy totalmente deacuerdo con tu entrada, aplastar a las personas, a los ciudadanos.
Y he aquí el tema. Es cierto que Alemania no tiene porque hipotecar sus ahorros para pagar facturas de gastos encima corrientes , solo porque sea un país y una ciudadanía ahorradora. Pero la solución no pasa por cagarte a la población de los paises,sino, simplemente, ver quién firmo esa enormeeee DEUDA, para que se destinó y sobre todo , cuanta pasta tiene ese nombre y apellidos en paraísos fiscales y retornarlo. No se saldará la deuda, pero ...casi.
Alemania está comportándose como un lider injusto. Le faltan agallas para ir a los tribunales y tratar el tema de la Deuda Soberana donde se tiene que tratar que es ahí.
No puede seguir rebuscando en los bolsillos de la pobre gente donde está el dinero, es tan sencillo como que nunca lo hemos tenido.
Yo soy economista y te diría que en los economistas hace tiempo que no está la solución de esta crisis, sino en los TRIBUNALES.
Perdón por la parradada, pero me ha salido así.
Genial, me ha parecido un blog genial...
ResponderEliminarNo se podia expresar mejor lo que vemos cada dia...
Salud
Chema