lunes, 25 de marzo de 2019

RESURRECCIÓN Y MARTIRIO DE PABLO IGLESIAS

Escribo rápido para no equivocarme.
Pablo Iglesias reaparece y los periodistas le colman de invectivas por sus críticas a los medios de comunicación cuando todo el mundo sabe que, comenzando por Eduardo Inda y concluyendo por Alfonso Rojo (e incluyendo al candidato del PP por Málaga que escribía en Libertad Digital), los periodistas somos gente honrada.
Pregunta Pablo Iglesias a Manuela Carmena a quién va a votar el 28-A pecando de una ingenuidad enternecedora: va a votar al PSOE. Ya lo dijo Felipe González: "Es una de las nuestras". Más pertinente sería preguntar a la actual alcaldesa si se presenta a las elecciones para ser otra vez alcaldesa o, como aseguran en su entorno y saben (me parece) en Podemos, se retirará en cuanto llegue y cederá su bastón de mando a Marta Higueras.
Reúne Pablo Iglesias a una interesante multitud frente al museo Reina Sofía y la imagen no es merecedora de ninguna primera plana aunque, curiosamente, sí que genera abundantísimas columnas de opinión y crónicas en las que se dispara a discreción contra el líder de Podemos.
Pregunta Hilario Pino que por qué no contrataron Irene Montero y Pablo Iglesias a alguien para que les cuidase a sus bebés y subraya Ábalos (voz cavernosa y meridianamente clara del PSOE) que lo de irse a cambiar pañales fue una mala idea. Los hombres duros no limpian cacas.
Apela Pablo Iglesias a La Gente, como en el sermón de la montaña que llenara la Puerta del Sol (¿recuerdan la Marcha del Cambio?) pero la duda es si, al final, La Gente carece de toda pulsión heroica y se conforma con que no gobierne VOX o un escaño de PACMA en el Congreso (que siempre hace bonito).
Asegura Cayetana Álvarez de Toledo, candidata por Barcelona del PP orgullosa (lo ha dicho ella) de no hablar una palabra de catalán, que ha visto a Pablo Iglesias "viejo y cansado". Claro, por no seguir los consejos de Hilario Pino.
Reaparece Pablo Iglesias presto para el martirio aunque de las catacumbas a la gloria siempre hay un paso y, además, lo de las encuestas también lo vimos en Andalucía ("Susana gana de calle") y luego vino la noche oscura del alma con los andaluces de Jaén (aceituneros altivos) llorando su abstención.
En fin, que veremos.

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