Iba yo a comprar el pan y la rumana del Viena Capellanes (afectadísima) me lo dijo:
- Sabe usted que han echado a Cintora.
Madrid está que arde y todos los días hay comidas, meriendas y merienda-cena donde los empresarios del IBEX comparten mantel y croquetas con dirigentes del PSOE y del PP para conspirar y que Pablo Iglesias rompa con Tania. Al final lo han conseguido.
Parece una broma pero no. Felipe González se quiere traer a España a unos pocos miles de opositores venezolanos que allí sobran para que se manifiesten contra Íñigo Errejón pero (ah) resulta que ZP no está de acuerdo y de ahí la famosa cena de Toledo, con José Bono mirando. Rubalcaba tiene a Pedro Sánchez metida la mano por el culo como José Luis Moreno con Monchito y el chaval, por ahora, no se queja pero quién sabe. Por eso dice Snchz que nunca pactará con los populistas con coleta. ¿Y si se cortan la coleta?
Bueno, el caso es que Madrid era agitación y murmuraciones porque en vez de Cintora había salido en la tele el chaval de la peca ejecutando trabalenguas y la monja no sabía a qué atenerse.
En la plaza de Isabel II o plaza de Ópera, que es como la conoce todo el mundo, una estatua viviente atribuía la defenestración de Cintora a una llamada del gobierno, como en los tiempos de Franco, y había quien daba crédito y quien no.
Un empresario del IBEX desayunaba en ese momento con Susana Díaz mojando porras en el café con leche.
La mañana prometía.
Resulta que dicen que Cintora enfadó al ministro Margallo por sacarle en los toros. Madrid era un hervidero de imprecaciones contra Soraya Saenz de Santamaría, a quien se le atribuyen siempre todos los males.
Los que iban con el periódico La Razón o el ABC bajo el brazo sonreían secretamente.
Pero el caso es que todo el mundo hablaba de ello y Cintora sin aparecer.
Cintora se ha ido al cielo de los justos con Risto y con Hilario Pino. Así es la televisión. Una montaña rusa en la que eres el rey del mambo un día y al otro estás como Jaime Bores o como un chaval que presentaba el club Disney y ahora regenta una panadería en La Latina (riquísima bollería) o como yo mismo, escribiendo tonterías en este blog.
Pero bueno, que de verdad lo de Madrid es muy fuerte. Vivimos tiempos como para que los hubiera gozado san Francisco Umbral desde la lejanía de su dacha. Las lentejas de Mona Jiménez hoy son los roscones de Reyes de Carmen Lomana, a la cual (según cuenta Pilar Eyre) el otro día le retiró formalmente la palabra doña Carmen Martínez Bordiú, nieta del Generalísimo, que espetó a la viuda alegre: Yo con los del Podemos no hablo. Desde que dejó al Chatarrero la nietísima está intratable.
Y de Cintora ¿qué?
Pues nada. Todo el mundo daba detalles pero como en voz baja porque Paolo Vasile tiene el oído muy fino. La explicación oficial salía en forma de comunicado en el cual Mediaset aseguraba que si Cintora quería ser tertuliano, tertuliano y si presentador, presentador, pero que las dos cosas no.
Pues muy bien.
Y, sin embargo, la sospecha de que el gobierno y las calvas más prominentes del IBEX conspiran en la sombra se extiende y luego nos quejaremos de que los chavales se descalcen en la Puerta del Sol y griten Lo llaman democracia y no lo es.
Madrid se agitaba, sonaban los teléfonos, se convocaban nuevas comidas, los ujieres liaban porros cargadísimos de marihuana a las puertas del Senado, Rosa Díez se apretaba la liga, en fin, un lío.
Esperanza Aguirre ese mismo día (o uno anterior, que no me acuerdo) había hablado en la radio y se le fue el santo al cielo en varias ocasiones, como si estuviera a punto de tomar el coche y salir a la fuga.
En Madrid nadie sabe quién va a ganar: si el seminarista que ha puesto Podemos para la Comunidad, si Ángel Gabilondo, si Manuela Carmena, si Carmona. Lo de Carmona, sinceramente, sería muy fuerte porque Carmona es como los hermanos Calatrava del PSOE. Los dos hermanos.
Y Cintora sin decir ni mú.
Con lo cual se da lugar a la especulación y a que en las redes se llame al boicot a Mediaset, cosa que a Paolo Vasile le importa un pimiento porque Belén Esteban ha ganado Gran Hermano VIP y eso es lo que preocupa a las masas.
Con decir que las masas casi toman al asalto Mediaset porque el otro día, con lo del accidente de avión, empezó tarde Mujeres y hombres y viceversa. Las mujeres y hombres y viceveresa son de armas tomar y ellos y ellas no ven nunca a Cintora. Aunque alguno hay que va a votar a Podemos si ese día le da tiempo a depilarse las cejas y a ejercer el derecho a voto.
Que si Cintora esto y que si Cintora lo otro y pasaba la mañana y los mismísimos tertulianos de Cintora no acababan de comprender nada.
- Que no, que le han dicho que le van a hacer un contrato de dos años pero si promete ser bueno.
Aseguraba uno de los camareros de La Bola echándose un cigarrito en la puerta, al sol de marzo, tan feliz.
En Madrid se sabe todo y la información se halla en los sitios más insospechados.
La cuestión es que Cintora ha sido fusilado al amanecer y a ver qué pasa. Pues nada. ¿Se desplomará la audiencia del programa? Vaya usted a saber.
La audiencia es rara y parece que ama a un presentador o presentadora y luego le manda a tomar por culo sin reparo como hizo con María Teresa Campos cuando era la reina de las mañanas, que se fue a Antena 3 y la gente se quedó quieta en Telencinco y ella tuvo que desandar el camino y hacerse novia de Bigote.
O sea que ojito.
La audiencia es como los espectadores que acudían a ver a Gracita Morales al teatro. Gracita Morales todos los días se asomaba al patio de butacas y cuando lo veía llenarse decía:
- Ya están aquí otra vez esos hijos de puta.
Pues eso. Que mucho te quieren, Cintora, pero no te fíes. Pero vamos a ver. Que esto no ha acabado. O sí. Fue una mañana convulsa en Madrid y los que ponen a cagar a sus perros en el césped de enfrente de la iglesia de la Encarnación no hablaban de otra cosa pero el lunes ya estaremos en otra historia y habrá otra comida, cena o merienda-cena en un reservado de la capital donde un empresario de IBEX invite a croquetas.
Todo es efímero.
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