La democracia parlamentaria tal y como la hemos conocido hasta ahora está muriendo. Las presiones sobre Grecia han obligado a sus dirigentes a renunciar a un referéndum que hubiera dado la voz al pueblo y sustituir tal pretensión por la puesta en marcha de un gobierno tecnocrático que, evidentemente, no ha salido de las urnas. En Italia los mercados han hecho caer a un primer ministro (deplorable pero elegido legítimamente por los votantes) y han colocado en su lugar a un "reputado economista". Cuya reputación y cuyo prestigio, suponemos, nada tienen que ver con su pasado de asesor para Goldman&Sachs, la entidad financiera que trampeó las cuentas griegas y para la cual trabajó Mario Monti. Mejor recordar al Monti que fuera simpático comisario europeo. Tranquiliza mucho más.
Sea como fuere, queda claro que la ciudadanía no puede esperar de sus gobernantes margen de maniobra muy amplio.
El filósofo Jürgen Habermas se ha referido en sus últimos textos a la "vía posdemocrática" que ha emprendido Europa. La posdemocracia. Ahí es donde estamos. Nuestro voto reducido a la nada.
¿Importa quien gane las elecciones del próximo domingo? Dadas las peculiaridades de España, sí importa en ciertos aspectos. Nuestra derecha es reaccionaria y clerical y eso quiere decir que una victoria del PP podría suponer el fin del matrimonio homosexual, el regreso a una ley del aborto restrictiva, una política de beneficios para la Iglesia católica y, en lo cultural, el acoso al pensamiento progresista y la reivindicación de las corrientes revisionistas con respecto al franquismo.
¿Y en lo económico? Pues, queridas y queridos camaradas, visto lo visto no parece que Rubalcaba, en caso de resultar vencedor, tuviera grandes opciones de torcer el brazo a un capitalismo al cual le sobran los parlamentos y los presidentes electos. A la espera de que la socialdemocracia articule en toda Europa un verdadero proyecto rupturista que ponga en cuestión las idioteces liberales que tantos dan por buenas. Leamos a Krugman y a otros gurús heterodoxos que insisten en que, como en otras grandes crisis habidas hasta ahora, sólo la acción decidida del Estado mediante el gasto público puede aliviar el sufrimiento de la gente y reactivar la economía.
O tal vez lleguemos al punto en que la ciudadanía llegue a la conclusión de que, si las urnas ya no valen para nada, hay que emprender la búsqueda de otras vías para la pelea política. Y refundar La Résistance que se enfrente a los ocupantes de la dictadura financiera. Y sostener la lucha, tal y como sostenía Malcolm X ,"by any means neccesary".
No podemos conformarnos con este barnizado de democracia barata. Debemos aspirar a la democratización de la democracia.
ResponderEliminarSaludos.
En Chile está pasando algo parecido.
ResponderEliminarQue bueno que tengas un blog, te seguiré.
Un saludo del Chile de Allende.
Una nueva forma de tiranía.Los viejos fantasmas que se ciernen de nuevo sobre Europa pero con nuevos disfraces.
ResponderEliminarO asumimos y exigimos nuestro derecho soberano e innato a legitimar cualquier tipo de poder o pagaremos las consecuencias.
Diferenciar tanto entre mercados y política..No es muy díficil saber quiénes están jugango al monopoly de la deuda pública ( China, Emiratos árabes, Vaticano...el propio EEUU) y esos mercados, a sus nacionales, les parecen Estados muy legítimos.
ResponderEliminarA ver si va a resultar que los politicos-estados-democracias están jugando a un juego en el que algunos ya se han quemado las manos y ahora lloran. Pero mientras da pasta todos callados. Ahora el mdo es malo, NO estoy deacuerdo, el mercado lo hacen malos los jugadores privilegiados que legislan la ley y hacen la trampa. Y que no deberían entrar de manera tan irresponsable en ese juego.
tal vez dentro de poco tengamos una democracia real. Parece que ese dia no está próximo, que los valores democraticos son cada dia más fragiles... pero nos queda la esperanza, el deseo de cambiarlo.
ResponderEliminarHola!Esto lo vivimos, lo vivenciamos. Soy de Argentina. Creo que solo existe una via, la de la accion colectiva.
ResponderEliminarEsto lo vivimos, lo vivenciamos. Soy de Argentina. Creo que solo existe una via, la de la accion colectiva.
Por otro lado, nuestro amigo Habermas, nos habla de posdemocracia,parece que esta bien, construir conceptos desde un escritorio sin transformar nada... nadie leyo a marx.... me pregunto donde esta Fukuyama y su fin de la historia, Los unicos que podemos poner en jaque este sistema genocida somos los sujetos....o lo que queda de ellos.
Vamos, que los mercados ya se han cansado de mover a las marionetas de turno y quieren sacar al escenario a otras marionetas, forjadas, realizadas por ellos mismos. Que tengan su voz, y su voto: Los tecnócratas.
ResponderEliminarHan tirado la máscara al suelo y ahora se muestran con total descaro ante sus súbditos. Sí, súbditos digo, porque no nos tratan como ciudadanos, desde el momento en el que deciden si hay o no referendúm, si gobierna quien elige el pueblo -por mucho que ese pueblo se haya equivocado- o gobierna quien a ellos les de la gana.
Todo logro social se ha conseguido con lucha, con esfuerzo. Nada nos ha sido dado y, sin embargo, ahora estamos haciendo dejación de nuestras funciones, permitiendo que nos arrebaten lo que, a nosotros nos fue dado. Ese es el problema.
Que la salida sea la lucha por la reconquista de lo que era nuestro y nos han robado, parece ser la única opción. Nada de lo que nos han quitado nos lo van a reintegrar por nuestra cara bonita. Lo que es lamentable, es que estemos consintiendo que nos lo quiten sin oponer la mínima resistencia. El mercado juega y la banca, siempre gana.
¡Salud!