jueves, 10 de noviembre de 2011

PURGATORIO (O EL INFIERNO)

Si el infierno son los otros (dijo Sartre), el purgatorio tres cuartos de lo mismo (se dijo Ariel Dorfman). Irrespetuoso como soy, tengo que comunicar al mundo mi radical discrepancia con la unánime acogida de aplausos y mimos que ha recibido la obra del argentinochileno que interpretan en el madrileño Matadero Viggo Mortensen y Carmen Elías. Como no soy crítico teatral hablaré en el lenguaje de las personas normales: hacía tiempo que no me aburría tanto. Y creo que no fui el único, habida cuenta de que, entre el público, pude contar, al menos, dos seres humanos traspuestos. Por no hablar de esos aplausos que sonaron a pura inercia y cortesía y concluyeron a toda prisa, con el público deseoso de salir a respirar aire fresco tras dos horas de pura y dura matraca.
Primero, el texto. Un texto cargado de simbolismos confusos, intelectualismo de otra época y morosidad extrema. Largo, tedioso, sin apenas momentos climáticos, una sucesión de monólogos con un lenguaje literario hasta el exceso. El purgatorio, nos planea Dorfman, es una cárcel compartida con aquel ser que más odiamos y más amamos. Y Mortensen y Elías se martirizan mutuamente en busca de una imposible purificación. Y martirizan al respetable, con el rabillo del ojo pendiente de las agujas del reloj (¡todavía queda una hora, Madre del Amor Hermoso! masculla alguien en la platea). Dorfman nos plantea un duelo sin emoción y, si la hubiera, ya se encargan actor y actriz de que apenas se perciba.
Los intérpretes. Mortensen, evidentemente, no es actor de teatro. Se trastabilla y tiene serias dificultades para  transmitirnos su discurso. Elías es actriz de teatro en demasía, con risotadas histéricas y estallidos sentimentales a conveniencia y abriendo mucho la boca. Ni rastro de química entre ambos. O sí. Sólo al final, al final del todo, apenas un destello, un atisbo de lo que podría haber sido esta obra si el amor destructivo que ambos personajes se profesan hubiera sido expuesto de modo conveniente. Esa mirada final que ella y él se cruzan en la conclusión del relato, esa mirada (de repente) sí nos electriza. Pero es sólo un instante tras dos larguísimas horas de laberínticas disquisiciones acerca de la venganza y la expiación y la pasión devastadora y bla bla bla.
Este Purgatorio del Matadero fue un infierno para este espectador que aquí les cuenta sus penas. Y menos mal que el patio de butacas estuvo animado, con un teléfono que sonó en uno de los momentos (supuestamente) cumbre y un señor que se peleó a media representación con el acomodador porque se quería cambiar de asiento. Fue lo mejor de la función. Vaya público.
En fin, qué se le va a hacer. Y lo peor es que, si nos descuidamos, echaremos de menos estos purgatorios teatrales (por lo menos arriesgados) cuando Ana Botella, si Dios quiere, acceda a la alcaldía y volvamos a la política cultural de Álvarez del Manzano, aquel edil que tuvo ocho años el Teatro Español dedicado casi en exclusiva a representar reposiciones de La venganza de don Mendo. Tiempos nuevos, tiempos salvajes.

6 comentarios:

  1. Se habla mucho últimamente de los recortes sociales,la Sanidad y la Educación,pero lo de la Cultura va a ser una carnicería.Subvenciones y Patronatos Tolerancia Cero hasta alcanzar las más altas cotas del berlusconismo.Bueno,quizás a Garci sí para que haga el "3 DE MAYO" o el "18 DE JULIO" o algo así.
    "Levántate y lucha.
    Ésta es tu pelea.
    Levantate y lucha.
    NO VOY A LUCHAR POR TÍ".

    http://www.youtube.com/watch?v=fOwYM-FAVgc,,

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  2. Ya tengo "canción despertador" para mañana,

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  3. Yo creo que es el riesgo de las profesiones artísticas, que se supone que todo lo haces con arte y bueno, salvo los genios (y eso que no siempre son geniales,aunque casi, pienso en Dalí o LOrca) ,pues los artistas medios aciertan a dar una de cal junto a una de arena, así es la vida, tampoco hay que cebarse con ellos. Hay que ser natural, lo malo la pasta que pierdes :c

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  4. Me encantas.
    ¡Brindo por la sinceridad, que en estos días parece que está en peligro de exitinción! ¿ Que prefieres tinto o blanco?

    Petons

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  5. No puedo hablar de una obra que no he visto y -presumiblemente- no veré, pero si alguien algún día se viera en la necesidad de criticarme me gustaría que lo hiciera como tu. Verdaderamente escribes de maravilla.

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