miércoles, 23 de noviembre de 2011

HARRY EL SUCIO, DE GETAFE A MADRID

Les frieron a tiros. 10 disparos. Ocurrió en una calle de Madrid, otro suceso para el relleno de los informativos de televisión, una mancha de sangre en el asfalto que la lluvia borró de inmediato. David Domínguez, ladrón de coches, recibió un balazo en la cabeza y murió. Su compinche, Roberto García, sobrevivió milagrosamente. Ninguno de los dos iba armado. Obsequiaron a ambos fuego a discreción dos policías locales de Getafe. Venían persiguiendo a la pareja de delincuentes con la idea equivocada de que llevaban a alguien secuestrado en el maletero. Afortunadamente no fue así ya que la víctima del secuestro, si hubiera existido, habría sido también acribillada por efecto de los disparos justicieros. En una calle de Madrid los agentes interceptaron el vehículo, le cortaron el paso, dieron el alto, sonaron las detonaciones y cuando los transeuntes miraron  ya todo era cristal roto y olor a pólvora y un muerto y un herido. Los dos policías aseguran que apretaron el gatillo porque creyeron que sus oponentes iban armados. Ningún arma fue hallada en el coche agujereado.
Hoy leo que los dos agentes locales, al día siguiente del tiroteo, se han reincorporado a sus puestos. No hay expediente ni investigación interna en marcha aunque, eso sí, sus pistolas están en manos de la Brigada de Policía Científica y hay un proceso judicial abierto.  He visto demasiadas películas americanas. En las películas y series policíacas facturadas en Estados Unidos después de que un poli liquide a un tipo desarmado siempre aparece un odioso funcionario mal afeitado y con aspecto de expeler un aliento agrio que se presenta con dos palabras: Asuntos Internos. Y al poli de disparo fácil se le aparta del servicio temporalmente y, aún respetando su presunción de inocencia, se le vigila con severidad. Aquí los dos polis de disparo fácil se reincorporan a su puesto y tampoco nos importa demasiado, qué caramba, el muerto era un viejo conocido de las fuerzas de seguridad y el herido también, dos rateros de mierda, y el mundo es hoy un lugar mejor sin uno de ellos. Puede. Pero es feo que dos agentes del orden recurran a la pistola con tanta ligereza y me gustaría saber por qué demonios no se avisó a la policía nacional a tiempo y de puto milagro no hubo una bala perdida que hiciese blanco en un viandante y no es de recibo que dos ladrones de coches sean abatidos a tiros como si tal cosa.
Sé que la vida de un ladronzuelo es algo insignificante en el mundo en que vivimos. Y creo en la defensa propia, faltaría más. Pero, amigos, lo que me da miedo es que, sobre todo en esas policías locales de esos pueblos y ciudades de Dios, se agazapen Dirty Harrys dispuestos a alegrarse el día sin pensárselo dos veces. En Coslada tuvimos un sheriff corrupto. Ha habido más casos de excesos en otras localidades. No quiero que me protejan pistoleros que, ante la duda, me descerrajen un disparo en la cabeza. Harry el Sucio está mucho más guapo en el celuloide con la cara de Clint Eastwood.
Que avisen a Asuntos Internos cuanto antes.

5 comentarios:

  1. David ha fallecido. Roberto permanece grave, aunque parece que su vida no corre peligro.

    Esos son sus nombres, aunque según la forma de actuar de los policías, perfectamente podríamos haber sido cualquiera de nosotros.

    Gracias.

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  2. Excelente artículo, en Argentina se llama "gatillo fácil", hay cientos de casos lamentablemente.

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  3. Menos mal que está uno de los brazos ejecutores del Estado para protegernos...Menos mal.........................

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  4. Si es de esa forma como nos han de salvar, prefiero que no lo hagan.
    Dan miedo.

    Saludos

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  5. En una comunidad donde, por detener a un par de chavales que le dieron una patada a la puerta de un palacete, te engalanan con un par de medallitas... te puedes esperar cualquier cosa.

    Me debes la sección de preguntas y respuestas/comentarios sobre el libro!!

    Besos

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